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¡Queridos todos de la Comunidad Cenacolo, También este año, junto a muchos padres, formamos parte del equipo dedicado a los servicios necesarios para recibir a miles de personas en la Fiesta de la Vida. Nos unía el deseo de transmitir a todos los que llegaban a la Colina la alegría de nuestro encuentro con el Señor, experimentado en el camino de fe de la Comunidad. Hubo cansancio, hacía mucho calor, quizá tuvimos que renunciar a estar en algunos momentos del programa, pero una vez más, descubrimos que hay más alegría en el dar que en el recibir. Buscamos vivir nuestro trabajo con el espíritu del “Buen Samaritano” y, aún con nuestros límites, nos sentimos llamados a trabajar en la “Posada” de Madre Elvira, donde nuestros hijos encuentran la salvación. Esta llamada nos colmó de gratitud y fue muy hermoso al final de la fiesta encontrarnos todos juntos delante del santísimo para agradecer a Dios todas las maravillas vividas en esta Fiesta de la Vida. |